Viajar facilita la higiene mental
¿Gozas de una buena salud mental?
De todos es conocido que cuanto gozas de una buena salud mental, te enfrentas con mayor facilidad a al estrés diario y te es mucho más sencillo conseguir tus objetivos personales, ya que la salud mental define, en cierto modo, nuestro nivel de felicidad.
Son muchas las terapias que los profesionales de Salud Mental implementan para conseguir nuestro equilibrio emocional, como la musicoterapia o la arteterapia. Si bien recientemente la Universidad Edith Cowan de los Estados Unidos, ha redactado un documento interdisciplinar en el que propone cambiar la forma de ver el turismo. Debemos considerarlo no sólo como una experiencia recreativa, sino como una práctica que puede aportar verdaderos beneficios para la salud.
Son muchos los psiquiatras y psicólogos que promocionan los beneficios mentales de irse de vacaciones. Ya en 2013, una encuesta a 485 adultos de Estados Unidos vinculó los viajes a una mayor empatía, atención, energía y concentración de sus participantes.
Clínicamente se ha demostrado que el acto de adaptarse a culturas distintas favorece la creatividad y que las acciones que dedicamos planificar un viaje. Estos nos aporta unos gratificantes estímulos mentales y todo ello antes de salir de casa, como así lo manifiesta Matthew Killingsworth, investigador de la Wharton School en la Universidad de Pensilvania. Se señala que planificar un viaje fomenta el optimismo.
En innumerables ocasiones nuestras mentes tienden a disfrutar el viaje antes de que empiece, en su preparación. Habitualmente preferimos retrasar las experiencias positivas, como la que nos aporta un viaje, para que de ese modo el periodo de expectación se extienda y podamos conseguir un mayor número de sensaciones placenteras.
Elaborar un itinerario, buscar un vuelo o considerar hoteles y restaurantes en tu próximo destino de vacaciones puede, en esencia, transportarnos mentalmente al lugar que estamos valorando para nuestro próximo viaje.
Como práctica saludable, es recomendable que planifiques un itinerario sin muchos detalles que incluya, por ejemplo, algunas pinceladas de lugares que te gustaría visitar, las actividades que te gustaría hacer, algún restaurante donde probar el plato típico de ese destino o puntos de interés que querrías ver, pero sin atarte a realizar el viaje en un momento concreto para no añadir presión, estrés o ansiedad.
Tal y como publica National Geographic, hay otro motivo por el que la planificación de viajes puede generar felicidad, porque normalmente, sabemos lo suficiente sobre un destino como para imaginárnoslo y anhelarlo, pero también hay novedad e incertidumbre, lo que mantiene nuestra mente interesada y ocupada en tareas placenteras.
Según este estudio el ser humano empieza a “consumir” un viaje en cuanto comenzamos a pensar en él, imaginándonos, por ejemplo, un placentero paseo por la Gran Vía de Madrid, una visita el Museo del Prado o una vista de un fantástico atardecer sobre el mar, no es que veamos todo lo que querríamos, sino que vivimos una agradable versión de esos acontecimientos en nuestra mente.
Ahora bien, tras planificar detalles de tu viaje es recomendable que lo añadas a una lista de deseos, ya sea en papel o guardando un documento en tu ordenador, teléfono o tableta. Esta práctica contribuirá a tu higiene mental, ya que tu trabajo de investigación quedará salvado en algún tipo de soporte y no dependerá de tú memoria.
Estos son sólo algunos de los muchos aspectos positivos que viajar nos puede ayudar a nivel mental, pero lo que está meridianamente claro es que no solo el disfrute en sí de unas vacaciones o de una escapada de fin de semana, cargado de gratos recuerdos, nos aportan unas sensaciones tan placenteras como la planificación de su itinerario.
Como conclusión, podemos asegurar que viajar supone una muy beneficiosa terapia para nuestra salud mental desde el mismo momento de su contratación, ya que nos aporta un sin fin de estimulaciones tanto cognitivas, como sensoriales.
Viajar tiene un triple beneficio, porque se vive 3 ocasiones: cuando lo soñamos, cuando lo preparamos y cuando lo recordamos.
Si quieres conocer algo más sobre la el Higiene y la Salud Mental, visita nuestra entrada Higiene Mental.