La OMS recomienda que para gozar de una buena higiene psicológica hemos de empezar trabajando con nosotros mismos, con el fin de velar el tratamiento de nuestras emociones. Para esto existen una serie de hábitos a adoptar para fomentar el autocuidado emocional, que podíamos resumir en los siguientes 8 consejos:

1.- Cubre tus necesidades básicas.

Evidentemente si no tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas o fundamentales, como comer, dormir adecuadamente, etc. Difícilmente vamos a disfrutar de bienestar psicológico, por lo que se hace necesario no descuidar estas necesidades primordiales.

2.- Cuida tu autoestima y aprende a confiar en los demás.

Para gozar de una buena higiene mental, es importante que nos aceptemos tal y como somos, con nuestro comportamiento, cualidades y como no, con lo más difícil de aceptar, nuestros defectos. No hemos de olvidar que además de tener fe en nosotros mismos, es importante tener fe en los demás.

3.- Gestiona tus emociones y practica el autocontrol.

Para esta gestión, se hace imprescindible pensar en la inteligencia emocional, que nos permitirá reconocer tantos nuestros propios sentimientos, como los de los demás. Lo que sin duda nos ayudará a manejar nuestras relaciones interpersonales.

No se trata de obviar nuestros sentimientos, ni de dejarnos llevar por ellos, sino de saber identificarlos, interpretarlos y modular su intensidad para actuar de forma correcta.

4.- Maneja tus expectativas y establece objetivos concretos.

Es muy importante mantener la motivación y ser perseverantes  en nuestros objetivos con el fin de superarnos a nosotros mismos. Si bien, no hemos de ser demasiado ambiciosos, por lo que debemos fijarnos metas u objetivos alcanzables, para no desanimarnos o perder la motivación. No hay que renunciar a los sueños, pero sí saber manejar expectativas y realidad.

5.- Piensa en positivo y vigila las nocivas emociones negativas.

Por supuesto no se trata de ignorar los pensamientos o emociones negativas, si no, de contrarrestarlas. Debemos intentar aprovechar al máximo las situaciones problemáticas. Intentar ver lo mejor de las otras personas y vernos a nosotros mismos y a nuestras habilidades de forma positiva.

6.- Aprende a relajarte y a tolerar la adversidad.

No pienses que el estrés es un sentimiento negativo para salud física o emocional, porque realmente es una reacción natural del organismo que es muy útil para rendir y resolver situaciones adversas. El problema viene cuando no eres capaz de gestionarlo, normalizándolo en tu día a día, lo que puede ser francamente dañino para tu salud mental. Por lo que se hace fundamental aprender a desconectar, con los métodos de relajación que mejor conozcas o domines.

7.- Aumenta tu relación interpersonal, apoyándote en los demás.

Los seres humanos somos sociales por naturaleza y necesitamos relacionarnos con otras personas para divertirnos y como no, para compartir nuestras preocupaciones, por lo que hemos de realizar actividades relativas a potenciar nuestra relación social, con miembros de otros hogares, parientes, amigos o vecinos.

8.- Realiza deporte siempre que puedas.

Hacer ejercicio de forma regular ayuda, además de a mantener la forma física y reforzar nuestra salud, aumenta nuestra destreza psicomotora, despeja nuestra mente y mejora nuestra autoestima.